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So liegt auch in der Apperzeption "Mensch" schon sehr viel beschlossen. Wir wissen schon 25aus der Selbsterfahrung, daß eine doppelte mögliche Auffassung darin impliziert ist: die als Naturobjekt und die als Person. Das gilt auch für die Betrachtung anderer Subjekte. Gemeinsam ist beiderseits die Gegebenheit des Nebenmenschen durch Komprehension, aber diese fungiert hier und dort verschieden. 30Einmal ist das Komprehendierte Natur, das andere Mal Geist; einmal ist fremdes Ich, Erlebnis, Bewußtsein introjektiv gesetzt aufgebaut auf die Grundauffassung und Setzung materieller Natur, aufgefaßt als von ihr funktionell Abhängiges, ihr Anhängendes. Das andere Mal ist das Ich als Person, als "schlechthin" 35gesetzt und damit gesetzt als Subjekt seiner personalen und dinglichen Umgebung, als durch Verständnis und Einverständnis auf andere Persönlichkeiten bezogen, als Genosse eines sozialen Zusammenhangs, dem eine einheitliche soziale Umwelt [229]entspricht, während zugleich jeder einzelne der Genossen seine eigene Umgebung hat, die den Stempel seiner Subjektivität trägt.

Das heißt, die fremden Menschen sind analog dem eigenen Ich als Subjekte einer Umwelt von Personen und Sachen aufgefaßt,5 zu denen sie sich in ihren Akten verhalten. Sie sind durch diese Umwelt, bzw. die sie umgebende und mitumspannende Geisteswelt "bestimmt" und auf sie "Bestimmung" übend: sie unterstehen der Gesetzlichkeit der Motivation.

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Así también en la apercepción "hombre" hay mucho encerrado. Sabemos ya por la experiencia de sí mismo que ahí está implícita una posible aprehensión doble: la aprehensión como objeto de la naturaleza y la aprehensión como persona. Esto vale también para la consideración de otros sujetos. Común es en ambos lados la dación del congénere mediante comprehensión, pero ésta tiene aquí y allá diferente función. En la una lo comprehendido es naturaleza, en la otra espíritu; en la una es yo ajeno, vivencia, conciencia introyectivamente puesta, construida sobre /276/la aprehensión y posición fundamental de la naturaleza material, aprehendida como funcionalmente dependiente de ella, adherida a ella. En la otra ocasión es el yo como persona, como "pura y simplemente" puesto y por ello puesto como sujeto de su entorno personal y cósico, como referido por comprensión e intracomprensión a otras personalidades, como compañeros de un nexo social al cual corresponde un mundo circundante social unitario,[229] mientras que a la vez cada uno de los compañeros singulares tiene su propio entorno, que lleva el sello de su subjetividad.

Esto quiere decir que los hombres ajenos son aprehendidos, en analogía con el yo propio, como sujetos de un mundo circundante de personas y cosas hacia las cuales se comportan en sus actos. Ellos están "determinados" por este mundo circundante, o por el mundo espiritual que tienen en torno y que los co-abraza, y ejercen "determinación" sobre él: están sometidos a las leyes de la motivación.