I2 (57) - Hua IV 247

Nehmen wir das personale Ich, so wie wir es in der inspectio fanden (also ohne Rücksicht auf seine Einheit mit dem ausdrückenden Leib, der uns in der Einfühlung gegeben 25ist), so scheint es sich zunächst nicht von dem reinen Ich zu unterscheiden. Der Leib ist dann meine Habe, also im weitesten Sinne mir gegenüber wie alles Vorgegebene, Ichfremde, analog wie die Dinge meiner Umgebung. Freilich hat er darin (wie wir auch schon früher sahen) eine besondere Subjektivität, er ist 30in besonderem Sinne noch mein Eigen: Organ und System von Organen des Ich, Wahrnehmungsorgan, Organ meiner Wirkungen in die "äußere", in die außerleibliche Umgebung usw. Ich selbst aber bin das Subjekt des aktuellen "Ich lebe", ich leide und tue, ich bin affiziert, ich habe mein Gegenüber, werde durch [248]das Gegenüber affiziert, angezogen, abgestoßen, verschiedentlich motiviert.
I2 (57) 295 - Hua IV 247

Si tomamos el yo personal tal como lo encontramos en la inspectio (o sea, sin considerar su unidad con el cuerpo expresivo que nos es dado en la empatía), al principio no parece diferenciarse del yo puro. El cuerpo es entonces mi haber, esto es, en el más amplio sentido, frente a mí como todo lo predado, ajeno al yo, de modo análogo a las cosas de mi entorno. Ciertamente, el cuerpo tiene ahí (como también ya antes vimos) una subjetividad particular, es todavía, en sentido particular, mío propio: órgano y sistema de órganos del yo, órgano de percepción, órgano de mis acciones en el entorno "externo", en el entorno extracorporal, etc. Yo mismo, empero, soy el sujeto del "yo vivo" actual, yo padezco y hago, yo soy afectado, yo tengo mi enfrentante, soy afectado, atraído, rechazado, motivado en diferentes formas por[248] lo enfrentante.