I2 (57) - Hua IV 249

Aber es ist klar, daß ich, wenn ich mich an den Bestand dessen, was die pure und eigentliche Selbstwahrnehmung bietet, halte und auf 25die Selbsterhaltung meiner Persönlichkeit unter den Umständen meines umweltlichen Verhaltens beschränke, von der Auffassungsschicht, die dadurch hineinkommt, daß ich mich zugleich als denselben vorstelle, den die Anderen von außen einfühlend auffassen, [250]absehen kann. Und schließlich, auch wenn ich jede auf Andere bezügliche Apperzeption und damit all das, was diese für die übrige Apperzeption von der Umwelt und von mir selbst für Beiträge leistet, wegstreiche, so bleibt offenbar übrig mein sich 5in meiner puren (naturalen, dinglichen) Umwelt geregelt verhaltendes Ich und eine beschränkte persönliche Apperzeption. In die eigentliche Selbstanschauung (Selbstwahrnehmung, Selbsterinnerung) fällt von vornherein nichts von der Vorstellung, wie ich von einem Dort, vom Standpunkt eines Anderen aus, 10aussehen würde etc.
I2 (57) 297 - Hua IV 249

Pero está claro que, si me mantengo en el acervo de lo que ofrece la pura y propia percepción de sí mismo, y me limito a la preservación de mi personalidad en las circunstancias de mi comportamiento circunmundano, puedo prescindir del estrato aprehensivo que se introduce al representarme a la vez como el mismo que los otros aprehenden desde fuera en empatía.[250] Y finalmente, aun cuando elimine toda apercepción relativa a otros y con ello todo aquello que ésta aporta para la apercepción restante del mundo circundante y de mí mismo, queda obviamente mi yo que se comporta reguladamente en mi puro mundo circundante (natural, cósico) y una apercepción personal limitada. En la intuición de sí mismo propiamente dicha (percepción de sí mismo, recuerdo de sí mismo) no entra desde un principio nada de la representación de cómo me vería yo desde un allá, desde el punto de vista de otro, etcétera.