I2 (60b) - Hua IV 266

Aber ich [dieses persönliche Ich] bin eben nicht ein Ding, das unter gleichen Umständen gleich reagiert; wobei mir selbstverständlich ist, daß Dinge prinzipiell unter gleichen kausalen Umständen als dieselben 30wirken können. Früher wurde ich so motiviert, jetzt anders, und zwar eben darum, weil ich inzwischen ein anderer geworden bin. Die Motivation, die wirksamen Motive mögen dieselben sein, aber die Kraft der verschiedenen Motive ist eine andere. Z.B. ist für jeden Menschen die Macht der Sinnlichkeit in der Jugend 35eine ganz andere als im Alter. Der sinnliche Untergrund, insbesondere der der sinnlichen Triebe, ist ein anderer. Das Alter wird bedächtig, wird egoistisch, die Jugend ist vorschnell, leicht bereit zur Hingabe in einer edlen Aufwallung; das Alter ist gewöhnt (durch mannigfache Erfahrungen) sich zurückzuhalten, die [267]Folgen zu erwägen. Das Lebenstempo der Jugend ist von vornherein ein schnelleres, die Phantasie beweglicher, andererseits die Erfahrung geringer; sie hat nicht üble Folgen kennen gelernt, kennt nicht die Gefahren, sie hat noch die frische ursprüngliche 5Freude am Neuen, an noch nicht erfahrenen Eindrücken, Erlebnissen, an Abenteuern etc.
I2 (60b) 314 - Hua IV 266

Pero precisamente no soy [este yo personal] una cosa que en circunstancias iguales reaccione igual; pues me resulta comprensible de suyo que las cosas, por principio, en iguales circunstancias causales pueden actuar como las mismas. Antes fui motivado de tal modo, ahora de otro, y justo precisamente porque en el ínterin me he convertido en otro. La motivación, los motivos eficaces pueden ser los mismos, pero la fuerza de los diversos motivos es otra. Por ejemplo, para todo hombre, el imperio de la sensibilidad en la juventud es enteramente distinto que en la vejez. El subsuelo sensible, en particular el de los impulsos sensibles, es distinto. La vejez se vuelve prudente, se vuelve egoísta; la juventud es precipitada, fácilmente dispuesta a abandonarse a un noble arrebato; la vejez está acostumbrada (por múltiples experiencias) a contenerse, a sopesar las [267] consecuencias. La velocidad de la vida de la juventud es, desde luego, más rápida, la fantasía más movible, la experiencia, por otro lado, más exigua; no ha llegado a conocer malas consecuencias, no conoce los peligros, tiene todavía el fresco gozo primigenio por lo nuevo, en impresiones, en vivencias, en aventuras aún no experimentadas, etcétera.