I2 (61) - Hua IV 277

Der zum Menschen gehörige Erlebniszusammenhang ist nicht bloß ein Bündel von Erlebnissen, oder ein bloßer Bewußtseins-"strom", in dem Erlebnisse dahinschwimmen, vielmehr alles Erleben ist Erleben eines Ich, das nicht selbst strömt wie seine Erlebnisse. Und es ist beständig da ein Untergrund, den es vorgegeben25 hat, ein mannigfaltiges Daraufbezogensein, bzw. Getriebenwerden; ein Vollziehen von spezifischen Akten und in eins damit eine beständige Bereicherung des Erlebnisstroms, die vom Ich selbst her geleistet ist: sein ichliches Walten wird eo ipso zum Erleben. Dieser Untergrund der Vorgegebenheit weist aber 30zurück auf den anderen, von uns seelisch genannten Untergrund von fest geregeltem Habitus.
I2 (61) 325 - Hua IV 277

El nexo de vivencias perteneciente al hombre no es meramente un haz de vivencias, o una mera "corriente" de conciencia en la cual nadan las vivencias; más bien todo vivenciar es vivenciar de un yo, que no corre él mismo como sus vivencias. Y ahí está constantemente un subsuelo que el yo tiene predado, un múltiple estar-referido-a-ello o ser impulsado; un ejecutar de actos específicos y a una con ello un constante enriquecimiento de la corriente de vivencias que se logra desde el yo mismo: su imperar yoico se vuelve eo ipso vivenciar. Este subsuelo de la predación remite empero al otro, al subsuelo (que nosotros llamamos anímico) del hábito fijamente regulado.