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Wir müssen also (Q.V.) ein eigentümliches Verhältnis zwischen Geist und physischer Natur statuieren, ein Verhältnis zwischen zweierlei30 Realitäten, ein Verhältnis der Bedingtheit, aber doch nicht der Kausalität im echten Sinn. Ebenso verhält es sich mit der Beziehung zwischen Geist und Seele, bzw. zwischen Geist und Leib als aesthesiologischer Einheit und nicht als physikalischem Ding. Der Leib in diesem aesthesiologischen Sinn gehört zur 35vorausgesetzten Umwelt jedes personalen Subjektes und ist Feld seiner Willkür. Das ist ein geistiges und ein kausales Verhältnis. Ich vollziehe mein "fiat", und die Hand bewegt sich, "weil" ich will. Der Leib ist als von mir frei beweglicher Leib eine geistige Realität, zur Idee seiner Realität gehört die Beziehung[284] auf das Ich als Subjekt freier Bewegung. Und ebenso umgekehrt. Das Ich ist Individualität, als solche Akte neben anderen vollziehendes, leibliche und dann weitere Leistungen vollbringendes. Ebenso aber gehört mein Vorstellen, mein Phantasieren,5 Sich-erinnern etc. zu meinem geistigen Feld, und dabei das Bilden von neuen Auffassungen usw. Die Seele ist vorausgesetzt (wie der Leib), aber sie ist zugleich Umwelt, bestimmend für den Geist.
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Tenemos, pues, (Q.V.) que estatuir una relación peculiar entre espíritu y naturaleza física, una relación entre realidades de dos tipos, una relación de condicionalidad, pero no de causalidad en sentido auténtico. Lo mismo pasa con la referencia entre espíritu y alma, o entre espíritu y cuerpo como unidad estesiológica y no como cosa física. El cuerpo, en este sentido estesiológico, pertenece al mundo circundante presupuesto de todo sujeto personal y es campo de su arbitrio. Esta es una relación espiritual y una relación causal. Yo ejecuto mi "fiat" y la mano se mueve "porque" yo quiero. El cuerpo es, en cuanto cuerpo libremente movible por mí, una realidad espiritual; a la idea de su realidad pertenece la referencia[284] al yo como sujeto del movimiento libre. E igualmente a la inversa. El yo es individualidad como ejecutante de tales actos junto a tales otros, como quien consuma operaciones corporales y luego otras operaciones. Pero igualmente mi representar, mi fantasear, acordarme, etc., pertenece a mi campo espiritual, y con ello la formación de aprehensiones nuevas, etc. El alma está presupuesta (como el cuerpo), pero ella es a la vez mundo circundante, determinante para el espíritu.