I2 (63) - Hua IV 290

Das Bewußtsein der Welt konstituiert sich in Erscheinungen, näher Leibeserscheinungen. Es treten auf Empfindungen in gewissen Auffassungen, in gewissen intersubjektiven Regelungen, [291]und dahin gehört speziell auch die Regelung, welche der objektiven Wirklichkeit jener verborgenen Leibesorgane entspricht, die wir Zentralorgan C, Nervenstränge, Empfindungsnerven etc. nennen. Und nun soll das Auftreten jeder Empfindung E in 5meinem Bewußtsein Bm, bzw. in einem bestimmten individuellen Bewußtsein Bm (des Menschen M), abhängig sein von dem Teil jener Regelung, der da heißt bestimmter Zustand Cme meines (des betreffenden individuellen M) Cm. Soweit die Empfindungen in andere Bewußtseinserlebnisse als konstitutive Momente 10eingehen, wären diese alle abhängig von Cm und seinen Zuständen.

Dasselbe gilt für Phantasmen.

I2 (63) 339 - Hua IV 290

La conciencia del mundo se constituye en apariciones, más precisamente, en apariciones corporales. Se presentan sensaciones en ciertas aprehensiones, en ciertas regulaciones intersubjetivas, [291] y aquí se incluye en especial también la regulación que corresponde a la realidad objetiva de aquellos órganos corporales ocultos que llamamos órgano central O, cordones nerviosos, nervios sensitivos, etc. Y ahora el presentarse de toda sensación S en mi conciencia Ch o en una conciencia individual determinada Ch (del hombre H), ha de ser dependiente de la parte de aquella regulación que se llama ahí estado determinado Ohs de mi (del H individual respectivo) Oh. Tan pronto como las sensaciones entraran en otras vivencias de conciencia como momentos constitutivos, todas ellas serían dependientes de Oh y sus estados.

Lo mismo vale para los fantasmas.