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Die Aufgabe der Erkenntnistheorie oder Kritik der theoretischen Vernunft ist zunächst eine kritische. Sie hat die Verkehrtheiten, 5in welche die natürliche Reflexion über das Verhältnis von Erkenntnis, Erkenntnissinn und Erkenntnisobjekt fast unvermeidlich gerät, zu brandmarken, also die offenen oder versteckten skeptischen Theorien über das Wesen der Erkenntnis durch Nachweisung ihres Widersinns zu widerlegen.

10Andrerseits ist es ihre positive Aufgabe, durch Erforschung des Wesens der Erkenntnis die zur Korrelation von Erkenntnis, Erkenntnissinn und Erkenntnisobjekt gehörigen Probleme zur Lösung zu bringen. Zu diesen Problemen gehört auch die Herausstellung des Wesens-Sinnes von erkennbarer Gegenständlichkeit15 oder, was dasselbe ist, von Gegenständlichkeit überhaupt: des Sinnes, der ihr vermöge der Korrelation von Erkenntnis und Erkenntnisgegenständlichkeit apriori (das ist dem Wesen nach) vorgeschrieben ist. Und dies betrifft natürlich auch alle durch das Wesen der Erkenntnis vorgezeichneten Grundgestaltungen 20von Gegenständlichkeiten überhaupt. (Die ontologischen Formen, die apophantischen wie metaphysischen.)

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La tarea de la teoría del conocimiento (o crítica de la razón teorética) es, ante todo, tarea crítica. Tiene que llamar por su nombre a los absurdos en que, casi invariablemente, cae la reflexión natural sobre la relación entre conocimiento, sentido del conocimientoy objeto del conocimiento; es decir, tiene que refutar las teorías patente o latentemente escépticas acerca de la esencia del conocimiento probando su contrasentido.

De otro lado, su tarea positiva consiste en resolver los problemas concernientes a la correlación entre conocimiento, sentido del conocimiento y objeto del conocimiento/32/ investigando la esencia del conocimiento. Entre estos problemas se halla también la manifestación del sentido esencial del objeto cognoscible o, lo que es lo mismo, del objeto en general; del sentido que le está prescrito a priori (o sea, por esencia) merced a la correlación entre conocimiento y objeto de conocimiento. Y esto, naturalmente, atañe también a todas las configuraciones fundamentales de objetos en general, trazadas de antemano por la esencia del conocimiento. (Las formas ontológicas, tanto las apofánticas como las metafísicas.)