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Sie werden sich übrigens hier der berühmten kantischen Unterscheidung zwischen Wahrnehmungs- und Erfahrungsurteilen erinnern. Die Verwandtschaft [mit der Scheidung zwischen Urteilen die sich auf transzendenten Objektivitäten beziehen und Urteilen die sich auf "Phänomene" beziehen und sind deshalb "subjektiv"] con la distinción acabada de establecer entre juicios que se refieren a objetividades trascendentes y juicios que se refieren a fenómenos y que son por ello "subjetivos"] ist offenbar. Andrerseits hat Kant, wie ihm der Begriff der Phänomenologie10 und phänomenologischen Reduktion fehlte, und wie er vom Psychologismus und Anthropologismus sich nicht ganz loszuringen vermochte, die letzte Intention der hier notwendigen Unterscheidung nicht erreicht. Natürlich handelt es sich bei uns nicht um bloß subjektiv giltige Urteile, die auf das empirische 15Subjekt beschränkt sind in ihrer Giltigkeit, und um objektiv giltige, nämlich giltig für jedes Subjekt überhaupt: das empirische Subjekt haben wir ja ausgeschaltet, und die transzendentale Apperzeption, das Bewußtsein überhaupt, wird für uns bald einen ganz anderen und gar nicht mysteriösen Sinn bekommen.
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De otra parte, recordarán ustedes, a este propósito, la famosa distinción kantiana entre juicios de percepción y juicios de experiencia. La afinidad [con la distinción entre juicios que se refieren a objetividades trascendentes y juicios que se refieren a fenómenos y que son por ello "subjetivos"] es evidente. Sin embargo, Kant no alcanzó la intención última de la distinción que se hace aquí necesaria, ya que le faltaban los conceptos de fenomenología y reducción fenomenológica y porque no pudo desembarazarse del todo del psicologismo y el antropologismo. Para nosotros, naturalmente, no se trata de, por una parte, juicios sólo subjetivamente válidos que están limitados en su validez al sujeto empírico, y, por otra, juicios objetivamente válidos, a saber, válidos para todo sujeto en general; pues hemos desconectado/60/ el sujeto empírico, y la apercepción transcendental, la conciencia en general, recibirá pronto, para nosotros, un sentido completamente distinto y nada misterioso.