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Was hat die transzendentale Selbstbesinnung der Phänomenologie dazu zu sagen? Nichts anderes, als daß dieses ganze Problem (Q.V.) widersinnig ist, ein Widersinn, in den Descartes nur darum verfallen mußte, weil er den echten Sinn der transzendentalen 5Epoché und der Reduktion auf das reine ego verfehlte. Aber noch viel gröber ist die gewöhnliche nachcartesianische Einstellung. Wir fragen: Wer ist denn das Ich, das transzendentale Fragen rechtmäßig stellen kann? Kann ich das als natürlicher Mensch, und kann ich als das ernstlich fragen, und zwar transzendental: 10"Wie komme ich aus meiner Bewußtseinsinsel heraus, wie kann, was in meinem Bewußtsein als Evidenzerlebnis auftritt, objektive Bedeutung gewinnen?" So wie ich mich als natürlicher Mensch apperzipiere, habe ich ja schon im voraus die Raumwelt apperzipiert,15 mich im Raum gefaßt, in dem ich also ein Außer mir habe! Ist nicht die Gültigkeit der Weltapperzeption schon vorausgesetzt für den Sinn der Frage, während doch ihre Beantwortung erst die objektive Geltung überhaupt ergeben sollte? Es bedarf also der bewußten Ausführung der phänomenologischen20 Reduktion, um das jenige Ich und Bewußtseinsleben zu gewinnen, an das transzendentale Fragen als Fragen der Möglichkeit transzendenter Erkenntnis zu stellen sind.
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¿Qué tiene que decir a esto el autoexamen trascendental de la fenomenología? Nada más que esto: que todo este problema (Q.V.) es un contrasentido, un contrasentido en el que Descartes tuvo que caer sólo porque erró el sentido genuino de la epojé trascendental y de la reducción al ego puro. Pero mucho más burda todavía es la actitud postcartesiana/43/ corriente. Preguntamos: ¿Quién es, pues, el yo que puede plantear legítimamente cuestiones trascendentales? ¿Puedo hacerlo yo en cuanto hombre natural?, ¿y puedo yo en cuanto hombre natural preguntar en serio, y por cierto trascendentalmente: "¿Cómo salgo de la isla de mi conciencia, cómo puede alcanzar significación objetiva [ob] lo que en mi conciencia se presenta como vivencia de evidencia?" ­Tan pronto como me apercibo como hombre natural, he apercibido ya de antemano el mundo espacial, me he insertado en el espacio, en el cual tengo por ende un fuera-de-mí! ¿No presupone ya el sentido de la pregunta la validez de la apercepción del mundo, mientras que solamente su respuesta debía dar por resultado la validez objetiva [ob] en general? Se requiere por tanto la realización conciente de la reducción fenomenológica, para alcanzar aquel yo y aquella vida de conciencia a los que se pueden plantear cuestiones trascendentales como cuestiones sobre la posibilidad del conocimiento trascendente.