PV (4) - Hua I 35

Das erste ego, auf das die transzendentale Reduktion führt, entbehrt noch der Unterscheidungen zwischen dem Intentionalen, das ihm ursprünglich eigen ist, und dem, was in ihm Spiegelung des alter ego ist. Es bedarf erst einer weitgeführten 30konkreten Phänomenologie, um die Intersubjektivität als transzendentale zu erreichen. Aber es zeigt sich dabei doch, daß für den philosophierend Meditierenden sein ego das ursprüngliche ego ist und daß die Intersubjektivität dann in weiterer Folge für jedes erdenkliche ego als alter ego wieder nur denkbar ist 35als in ihm sich spiegelnde. In dieser Aufklärung der Einfühlung zeigt es sich auch, daß ein abgrundtiefer Unterschied besteht in der Konstitution der Natur, die schon für das abstraktiv isolierte ego einen Seinssinn hat, aber noch keinen intersubjektiven, und der Konstitution der Geisteswelt.
PV (4) 47 - Hua I 35

El primer ego, al que conduce la reducción trascendental, carece todavía de las diferencias entre lo intencional que le es primigeniamente propio y lo que es en él reflejo del alter ego. Se requiere primero llevar muy lejos la fenomenología concreta para alcanzar la intersubjetividad en cuanto trascendental. Pero ciertamente en ello se muestra que para el meditador que filosofa, su ego es el ego primigenio, y que luego, en un paso ulterior, la intersubjetividad, en cuanto alter ego, sólo es pensable para todo ego concebible en tanto que se refleja en él. En este esclarecimiento de la intrafección se muestra también que existe una diferencia abismal entre la constitución de la naturaleza, que ya tiene un sentido de ser para el ego abstractivamente aislado, pero no aún un sentido intersubjetivo, y la constitución del mundo espiritual.