PV (4) - Hua I 36

Das tägliche praktische Leben ist naiv, es ist ein in die vorgegebene15 Welt Hineinerfahren, Hineindenken, Hineinwerten, Hineinhandeln. Dabei vollziehen sich all die intentionalen Leistungen des Erfahrens, wodurch die Dinge schlechthin da sind, anonym, der Erfahrende weiß von ihnen nichts; ebenso nichts vom leistenden Denken: die Zahlen, die prädikativen 20Sachverhalte, die Werte, die Zwecke, die Werke treten dank den verborgenen Leistungen auf, Glied für Glied sich aufbauend, sie sind allein im Blick. Nicht anders in den positiven Wissenschaften. Sie sind Naivitäten höherer Stufe, Werkgebilde einer klugen theoretischen Technik, ohne daß die intentionalen Leistungen, 25aus denen alles letztlich entspringt, ausgelegt worden wären.
PV (4) 48 - Hua I 36

La vida práctica cotidiana es ingenua; es un ponerse a experimentar, pensar, valorar, actuar dentro del mundo pre-dado. En ella se llevan a cabo todas las obras intencionales del experimentar, mediante las cuales las cosas están pura y simplemente ahí, y se llevan a cabo anónimamente, sin que el que experimenta sepa nada acerca de ellas; y nada tampoco acerca del pensar operativo: los números, los estados de cosas predicativos, los valores, los fines, los trabajos, se presentan gracias a las obras ocultas, edificándose miembro por miembro, y sólo ellos están a la vista. No ocurre de otro modo en las ciencias positivas. Son ellas ingenuidades de nivel superior, formaciones del trabajo de una avisada técnica teórica, sin que hayan sido expuestas las obras intencionales por las cuales todo en última instancia se origina.