PW (H4) - Hua XXV 59

Erst wenn die entschiedene Trennung der einen und anderen Philosophie [Weltanschauungsphilosophie und wissenschaftliche Philosophie] sich im Zeitbewußtsein durchgesetzt hat, ist auch daran zu denken, daß die Philosophie Form und Sprache echter Wissenschaft annehme und als Unvollkommenheit erkenne, was an ihr vielfach 25gerühmt und gar imitiert wird --- den Tiefsinn. Tiefsinn ist ein Anzeichen des Chaos, das echte Wissenschaft in einen Kosmos verwandeln will, in eine einfache, völlig klare, aufgelöste Ordnung. Echte Wissenschaft kennt, soweit ihre wirkliche Lehre reicht, keinen Tiefsinn. Jedes Stück fertiger Wissenschaft ist ein Ganzes von den 30Denkschritten, deren jeder unmittelbar einsichtig, also gar nicht tiefsinnig ist. Tiefsinn ist Sache der Weisheit, begriffliche Deutlichkeit und Klarheit Sache der strengen Theorie. Die Ahnungen des Tiefsinns in eindeutige rationale Gestaltungen umzuprägen, das ist der wesentliche Prozeß der Neukonstitution strenger Wissenschaften. 35Auch die exakten Wissenschaften hatten ihre langen Perioden des Tiefsinns, und so wie sie in den Kämpfen der Renaissance, so wird sich --- das wage ich zu hoffen --- die Philosophie in den Kämpfen der Gegenwart von der Stufe des Tiefsinns zu derjenigen wissenschaftlicher Klarheit durchringen.
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Sólo cuando en la conciencia contemporánea se haya impuesto la separación definitiva entre las dos clases de filosofía [filosofía de la cosmovisión y filosofía científica], cabrá pensar en dar a la filosofía la forma y el lenguaje de la ciencia genuina y hacerle reconocer como imperfección lo que tantas veces se ha admirado y hasta imitado en ella: a saber, su obscuridad profunda. La profundidad es un síntoma del caos que la verdadera ciencia debe ordenar en cosmos, en un orden simple, completamente claro y resuelto. La verdadera ciencia, en todo el alcance de su doctrina real, ignora la profundidad. Todo fragmento de ciencia acabada es un todo compuesto de elementos del pensamiento, cada uno de los cuales es comprendido de inmediato, o sea no es profundo. La profundidad pertenece a la sabiduría; la distinción conceptual y la claridad pertenecen a la teoría estricta. Traducir las conjeturas de la profundidad en formas racionales inequívocas constituye el proceso esencial de la reconstitución de las ciencias estrictas. También las ciencias exactas han tenido largos períodos de profundidad y del mismo modo que las ciencias en las luchas del Renacimiento, la filosofía pasará ---así lo espero--- en las luchas del presente, desde el grado de la profundidad al de la claridad científica.