PW (N2) - Hua XXV 13

Ähnliches (Q.V.) gilt von der Natur im erweiterten, 20psychophysischen Sinne bzw. den sie erforschenden Wissenschaften, also insbesondere der Psychologie. Das Psychische ist nicht eine Welt für sich, es ist gegeben als Ich oder Icherlebnis (in einem übrigens sehr verschiedenen Sinne), und dergleichen zeigt sich erfahrungsmäßig gebunden an gewisse physische Dinge, genannt Leiber. 25Auch das ist eine selbstverständliche Vorgegebenheit. Dieses Psychische nun, im psychophysischen Naturzusammenhang, in dem es selbstverständlich da ist, wissenschaftlich erforschen, es objektiv gültig bestimmen, die Gesetzmäßigkeiten seines sich Bildens und sich Umbildens, seines Kommens und Gehens entdecken, das ist die 30Aufgabe der Psychologie. Alle psychologische Bestimmung ist eo ipso psychophysische, nämlich in dem weitesten Sinne (den wir von nun an festhalten), daß sie eine nie fehlende physische Mitbedeutung hat. Auch wo die Psychologie --- die Erfahrungswissenschaft --- es auf Bestimmung {299}von bloßen Bewußtseinsvorkommnissen abgesehen35 hat und nicht auf psychophysische Abhängigkeiten im gewöhnlichen engeren Sinne, sind diese Vorkommnisse doch als solche der Natur gedacht, d. i. als zugehörig zu menschlichen oder tierischen Bewußtseinen, die ihrerseits eine selbstverständliche und mitaufgefaßte Anknüpfung an Menschen- oder Tierleiber haben. Die Ausschaltung[14] der Naturbeziehung würde dem Psychischen den Charakter der objektiv-zeitlich bestimmbaren Naturtatsache, kurzum der psychologischen Tatsache nehmen. Halten wir also fest: Jedes psychologische Urteil schließt die existenziale Setzung der physischen 5Natur in sich, ob nun ausdrücklich oder nicht.
PW (N2) 19 - Hua XXV 13

Ocurre lo mismo (Q.V.) para la naturaleza, en el más amplio de los sentidos de la palabra, el sentido psicofísico, o bien para las ciencias que la estudian, por ejemplo, la psicología. El orden psíquico no es un mundo en sí; está dado como yo y como vivencia del yo (en un sentido por lo demás muy diferente), y como tal se presenta en la experiencia, ligado a ciertas cosas físicas llamadas cuerpos. También esto es un dato previo evidente. Por lo tanto, la tarea de la psicología es estudiar científicamente lo psíquico en el complejo psicofísico de la naturaleza en que se da, determinarlo de un modo objetivamente válido y descubrir las leyes según las que se forma y se transforma, aparece y desaparece. Toda determinación psicológica es eo ipso psicofísica, es decir, en el sentido más alto de la palabra (al que nos atenemos de ahora en adelante), ella tiene siempre un sentido físico que jamás abandona. Aun cuando la psicología ---ciencia de la experiencia--- se propone exclusivamente la determinación de los puros acontecimientos de la conciencia y no de los nexos psicofísicos en el sentido habitual y más estrecho del término, esos acontecimientos son pensados sin embargo como pertenecientes a la naturaleza, es decir, a conciencias de hombres y de animales y se comprende de un modo evidente que, por su parte, estas conciencias están ligadas a cuerpos humanos y animales. La [14]desconexión de la relación con la naturaleza privaría a lo psíquico del carácter de hecho natural determinable objetiva y temporalmente, en suma, de su carácter de hecho psicológico. Por lo tanto, recordemos lo siguiente: todo juicio psicológico contiene en sí, explícitamente o no, la posición existencial de la naturaleza física.