PW (N4) - Hua XXV 29

In der psychischen Sphäre gibt es m. a. W. (Q.V.) keinen Unterschied zwischen Erscheinung und Sein, und wenn die Natur ein Dasein ist, das in Erscheinungen erscheint, so sind die Erscheinungen selbst (die ja der Psychologe zum Psychischen5 rechnet) nicht selbst wieder ein Sein, das durch dahinterliegende Erscheinungen erscheint --- wie jede Reflexion auf die Wahrnehmung irgendeiner Erscheinung evident macht. So wird es schon klar: Es gibt, eigentlich gesprochen, nur eine Natur, die in den Dingerscheinungen erscheinende. Alles, was wir im weitesten Sinne 10der Psychologie ein psychisches Phänomen nennen, ist, an und für sich betrachtet, eben Phänomen und nicht Natur.
PW (N4) 35 - Hua XXV 29

Dicho de otro modo (Q.V.); no existe en el dominio psíquico ninguna diferencia entre fenómeno y ser, y si se considera a la naturaleza como ser que se manifiesta en fenómenos, estos mismos fenómenos (que el psicólogo por cierto hace depender de lo psíquico) no constituyen un ser que aparecería a su vez por medio de fenómenos situados /36/detrás, como lo evidencia toda reflexión sobre la percepción de cualquier fenómeno. Y resulta claro entonces que, propiamente hablando, no hay más que una naturaleza, aquélla que se manifiesta en los fenómenos de las cosas. Todo lo que en el sentido más amplio de la psicología llamamos fenómeno psíquico es, considerado en sí mismo, precisamente fenómeno y no naturaleza.