Atribución de creencias y no-monotonicidad
Presentado
por Javier García Salcedo, el 7 de septiembre de 2004
Formulación
del problema
Me
interesa estudiar en el marco de este seminario la posibilidad de hacer uso de
algún sistema de lógica no-monotónica para desarrollar y formular un modelo de
atribución de creencias a un sujeto, a partir de una o varias creencias
explicitadas por éste.
La
atribución de creencias es un fenómeno cotidiano que puede llevarse a cabo
según distintos patrones, que a su vez caracterizan la noción de consecuencia
de un modo u otro. Por ejemplo, podemos querer atribuir a un sujeto el conjunto
de las creencias que debería tener, a partir de alguna(s) creencia(s)
explícita(s). Un ejemplo de este tipo de inferencia es cuando alguien nos dice
"creo que va a llover", y que entonces nosotros le atribuimos la
creencia de que "no cree que no vaya a llover", o de que "cree
que va a llover y cree que va llover y cree que va a llover y no cree que no va
a llover". Este tipo de atribuciones se basa en la voluntad de atribuir a
un agente las creencias que podemos atribuir con plena seguridad a partir de
una base de creencias explícitas, y entonces nuestra noción de inferencia será
completamente clásica.
Sin
embargo, podemos estar guiados por otros afanes, como el de atribuir creencias
a un sujeto que pudiesen justificar las que ha expresado, o el de inferir
aquellas que tendría dada cierta situación particular y según otras creencias
explicitadas en una situación comparable,
entre otros.
En
nuestro trabajo intentaremos justificar el empleo de lógicas no-monotónicas en
el marco de una atribución de creencias que expliquen o den razón de
las creencias explicitadas por un agente. Decimos que una creencia es explicada
cuando se nos brinda una respuesta a la pregunta "¿por qué razón (o
razones) cree él lo que dice creer?". Parece claro que esta pregunta
podría ser resuelta apelando a diferentes motivos: a una observación, por
ejemplo, o a un dato de su cultura, o de sus gustos, o de sus intenciones, etc.
Empero, también cabría la posibilidad de responder a la pregunta que nos ocupa
gracias a la referencia a otra creencia. Verbigracia, el caso siguiente:
alguien nos dice "creo que voy a ganar la lotería"; nosotros podríamos
entonces pensar que su creencia es motivada porque "cree tener el buen
número", o porque "cree tener buena suerte", o incluso por las
dos. La idea es que de esta suerte designamos un conjunto de las creencias
posibles (o mundos posibles) que pueden justificar su creencia
explícita.
Otro
ejemplo: alguien nos dice "creo que voy tener gripe". De lo cual
inferimos que él "cree que tiene los síntomas de una enfermedad", o
que "cree que su salud estuvo expuesta en algún momento de su pasado
cercano". Sin embargo, la persona en cuestión podría respondernos que cree
que tendrá gripe por que cree que en determinada época del año su cuerpo es más
sensible a ciertas particularidades climáticas.
Tal
como se muestra en el ejemplo anterior, el problema del manejo de inferencias
en la atribución de creencias justificativas es que la adición de nueva
información puede hacernos retractar las creencias justificativas anteriormente
atribuidas; por este motivo nos ha parecido apenas natural el apelar a la
lógica no-monotónica, con el fin de desarrollar un sistema lógico de atribución
de creencias, eficaz y confiable, aunque falible.
Sin
embargo, este propósito tiene que confrontar un problema mayor, que es el
siguiente: ¿cómo vamos a determinar una prioridad entre los casos de creencias
justificativas posibles? ¿Cuál será nuestro criterio para la jerarquización
entre las creencias posibles? En otras palabras, lo que nos hace falta es dar
con una noción de "normalidad" o "estereotipicidad" de las
creencias justificativas.
El
fondo del problema es que si tengo una creencia A, existe una infinidad de
creencias B, C, etc., que pueden justificar la tenencia de la creencia A. Es
decir, que de B, C,..., podría seguirse A. ¿Cómo limitar estas posibilidades y
efectuar un corte en las posibilidades de justificación? Tal será una de las
cuestiones centrales de nuestro trabajo.