5727-9800, ext. 2843
(04455) 2553-2088
1. Pregunta
Mi propuesta es que las nociones centrales
deben ser las de ejemplar típico o paradigmático, asociado el concepto de
normalidad, y la relación de semejanza. La pregunta que queda por responder es cómo
articular una teoría de ejemplares sobre esas bases.
Las concepciones
basadas en ejemplares, cuya explicación tomo de Edward Smith y Douglas Medin,[1]
sostienen que los conceptos consisten en sus ejemplares o instancias más bien
que en una abstracción hecha a partir
de ellos. No se trata de todos los ejemplares, lo que haría al significado
equivalente a la referencia, sino o bien a algún ejemplar en particular o a un
subconjunto de ejemplares de la clase. Este enfoque involucra varias
concepciones.
·
Un
rasgo que los autores en que me baso encuentran común es la reducción del nivel
de abstracción respecto de la concepción clásica, la que se considera que
involucra un grado de abstracción elevado. El nivel de abstracción más bajo
consiste en considerar los conceptos representados por uno o varios ejemplares
individuales. En niveles medios de abstracción se admite que alguno o varios de
los ejemplares sean descritos por medio de propiedades.
·
Otro
rasgo que los autores atribuyen a estas concepciones es el de representar los
conceptos de modo disyuntivo. Un objeto pertenece a cierta categoría cuando
tiene cierta relación con al menos uno de los ejemplares que la representan.
2.2.Ejemplo:
El concepto de
pájaro equivale a una disyunción entre
las siguientes categorías: tordo, cuervo, gorrión, Piolín. Con excepción del
último caso, que es un individuo, los otros ejemplares pueden ser
representados, a su turno, o bien por medio de ejemplares individuales de ese
subconjunto, o bien por medio de una descripción sumaria de esa clase.
Obviamente distintas concepciones pueden sostener o que cada disyunto debe ser
representado por un individuo, o que todas deben representarse con un conjunto
de ellos, o que todas deben describirse mediante una lista de información, o
cualquier combinación posible de las alternativas anteriores.
Por ejemplo,
una representación posible para pájaro sería:
Pájaro
Tordo o Cuervo o
Gorrión o
Piolín
Individuo 1 Carnívoro
Ejemplar 1
Individuo 2 Plumaje
negro Ejemplar 2
Pico cónico y grueso
Alas de aproximadamente
un metro de envergadura
Para
determinar si un objeto cualquiera pertenece a la categoría pájaro, se
determina si se asemeja lo suficiente a al menos uno de los ejemplares que
representan el concepto de pájaro.
Las distintas
maneras de entender a los ejemplares que disyuntivamente representan el
concepto son tan diferentes entre sí que la elección entre ellas origina
teorías con características muy distintas.
·
Subconjuntos
descritos intencionalmente al modo clásico:
Imaginemos que
consideramos a los ejemplares simplemente como subconjuntos de una clase
genérica, cada una de ellas descrita al modo clásico. En tal caso, la
concepción colapsaría en una concepción clásica donde la propiedad necesaria y
suficiente para pertenecer a la clase fuera ser elemento de una de las
subclases.
·
Ejemplares
como instancias individuales:
En el extremo de la
falta de abstracción podríamos imaginar una teoría de ejemplares donde cada uno
de ellos fuese simplemente un individuo particular. Digamos que un individuo
aprende a lo largo de su vida que Roky, Wendy, Ladrador, Dina... y Leo son
buenos ejemplos de perros. Luego, cada vez que se le presenta un candidato el
sujeto lo compara con cada uno de los perros ejemplares que conoce y si se
parece lo suficiente a alguno lo categoriza del mismo modo. Eventualmente lo
agregará también como perro ejemplar. Con el tiempo su clase puede volverse muy
grande, tanto que la capacidad de procesamiento humana podría resultar
insuficiente.
Si excluimos
la variante que colapsa con la concepción tradicional, en todas las demás
parece haber elementos altamente intuitivos.
·
La
idea de que clasificamos por comparación con ejemplares típicos es apta para
explicar por qué no podemos indicar un conjunto de características necesarias y
suficientes: si la clasificación es una cuestión de semejanza o diferencia,
entonces tal vez no sea posible determinar la variedad de maneras en que algo
puede alejarse de los ejemplares típicos y tal vez un objeto pueda resultar muy
parecido a otro sin que comparta con él muchas propiedades.
·
Otra
ventaja es que no se requiere en absoluto el uso de la noción de propiedad.
Cuando vemos dos cosas como similares tal vez no sepamos en qué se parecen,
pero tampoco necesitamos saberlo para reconocerlas como similares. Otras veces
podemos ver dos objetos como diferentes sin ser capaces de mencionar en qué se
distinguen.
·
La
noción de semejanza como concepto básico: Una idea interesante que me sugieren
las concepciones de ejemplares, es la
de que el mecanismo básico en la acción de clasificar objetos es el de
comparación de un objeto con otro u otros considerados ejemplares para
determinar entre ellos una relación de semejanza-diferencia. Esta relación, si
ha de reemplazar a una concepción basada en propiedades, debe a su turno excluirla. La relación de
semejanza-diferencia debe verse como una noción básica, simple en el sentido de
que no puede descomponerse o al menos no es necesario descomponerla en
semejanza respecto de propiedades en particular. Podemos ver diferentes un
cuadrado de un círculo sin tener el concepto de línea recta o curva que nos
permitirían expresar al menos una de las diferencias (el tipo de línea con que
están dibujados)
[1] "The Exemplar View" en Concepts,
Core Readings, Editado por Eric Margolis y Stephen Laurence, The MIT Press,
1999, 208-221.