I1 (60) - Hua III/1 128 Tun wir das, so umspannt sie als ihr eigen alle "immanenten Wesen", d.i. diejenigen, die sich ausschließlich in den individuellen20 Vorkommnissen eines Bewußtseinsstromes vereinzeln in irgendwelchen dahinfließenden singulären Erlebnissen. Es ist nun von fundamentaler Bedeutung einzusehen, daß nicht etwa alle Wesen diesem Umkreise angehören, daß vielmehr genau wie für individuelle Gegenständlichkeiten der Unterschied zwischen immanenten25 und transzendenten statthat, so auch für die entsprechenden Wesen. So sind also "Ding", "Raumgestalt", "Bewegung", "dingliche Farbe" u. dgl., aber auch "Mensch", "menschliche Empfindung", "Seele" und "seelisches Erlebnis" (Erlebnis im psychologischen Sinne), "Person", "Charaktereigenschaft"30 u. dgl. transzendente Wesen. Wollen wir eine Phänomenologie als eine rein deskriptive Wesenslehre der immanenten Bewußtseinsgestaltungen, der im Rahmen der phänomenologischen Ausschaltung im Erlebnisstrom erfaßbaren Vorkommnisse, ausbilden, so gehört in diesen Rahmen nichts transzendent35 Individuelles, somit auch zu ihr keines der "transzendenten Wesen", deren logischer Ort vielmehr in der Wesenslehre der betreffenden transzendenten Gegenständlichkeiten wäre. Sie hat also in ihrer Immanenz keinerlei Seinssetzungen [129]solcher Wesen, keinerlei Aussagen über ihre Geltung oder Nichtgeltung, bzw. über die ideale Möglichkeit ihnen entsprechender Gegenständlichkeiten zu machen und keine auf sie bezüglichen Wesensgesetze festzustellen. |
I1 (60) 137 - Hua III/1 128 Si así lo hacemos, abarca como propias todas las "esencias inmanentes", esto es, aquellas que tienen sus manifestaciones individuales en los procesos singulares de una corriente de conciencia, en vivencias singulares que transcurren, como quiera que sea. Pues bien, es de fundamental significación ver con evidencia intelectual que no todas las esencias pertenecen a este tipo; que, antes bien, exactamente como por respecto a las objetividades individuales hay la distinción entre inmanentes y trascendentes, también la hay para las respectivas esencias. Así, "cosa", "figura espacial", "movimiento", "color de cosa", etc., pero también "hombre", "sensación humana", "alma" y "vivencia psíquica" (vivencia en sentido psicológico), "personas", "propiedad caracterológica", etc., son esencias trascendentes. Si queremos desarrollar una fenomenología como una pura ciencia descriptiva /138/esencial de las formas inmanentes de la conciencia, de los procesos aprehensibles en las corrientes de las vivencias dentro del marco de la desconexión fenomenológica, no entra dentro de este marco nada individual trascendente, ni por tanto ninguna de las "esencias trascendentes", cuyo lugar lógico estaría, por el contrario, en la ciencia esencial de las respectivas objetividades trascendentes. Nuestra ciencia no tiene, pues, que hacer, en su inmanencia, ninguna clase de posiciones de ser [129]de semejantes esencias, ninguna clase de proposiciones sobre su validez o no validez, o sobre la posibilidad ideal de objetividades correspondientes a ellas, ni formulación ninguna de leyes esenciales referentes a ellas. |