I2 (52) - Hua IV 204

Die verschiedenen Personen haben ihre verschiedene subjektive Zeit, insofern als die einzelnen Subjekte (solange keine Einfühlung thematisch vollzogen und der personale Verband thematisch noch nicht hergestellt[205] ist, in dem sich die Person als solche konstituiert hat) ihrerseits ihre Zeitlichkeit haben im Verlauf ihres Bewußtseins. Jeder Auftritt des reinen Ich hat in dieser Zeit seine Stelle, jeder Ichakt in ihr seine zeitliche Extension. Aber auch alle 5konstituierten Einheiten haben ihre Zeit, und es gehört zum Wesen der Konstitution von Einheiten der Erscheinung, daß sie sich als zeitliche derart konstituieren, daß die konstituierte egoistisch-transzendente Zeit (wesensmäßig) in Beziehung steht zur Zeit der konstituierenden Erlebnisse und zugleich so, daß hinüber10 und herüber in bestimmter Weise Verhältnisse des Gleichzeitig, des Vorher und Nachher laufen. Das primär sich konstituierende Erscheinungsding, die sinnenanschauliche Einheit, steht da als gleichzeitig hinsichtlich seiner Dauer mit der Wahrnehmungskontinuität und ihrer noetischen Dauer.
I2 (52) 251 - Hua IV 204

Las diferentes personas tienen su diferente tiempo subjetivo en la medida en que los sujetos singulares (en tanto que ninguna empatía esté aún temáticamente ejecutada y no esté temáticamente [205] producido el conglomerado personal, en el cual la persona como tal se ha constituido) tienen por su lado su temporalidad en el curso de su conciencia. Cada presentación del yo puro tiene su sitio en este tiempo; cada acto del yo tiene en él su extensión temporal. Pero también todas las unidades constituidas tienen su tiempo, y pertenece a la esencia de la constitución de unidades de la aparición que se constituyan como temporales, de tal suerte que el tiempo egoístico-trascendente constituido esté (por esencia) en relación con el tiempo de las vivencias constituyentes, y a la vez de tal modo que corran hacia allá y hacia acá de determinada manera relaciones de lo simultáneo, de lo anterior y lo posterior. La cosa-aparición que se constituye primariamente, la unidad intuitiva-sensorial, se halla ahí, respecto de su duración, como simultánea con la continuidad de la percepción y su duración noética.